Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa Patrimonio Cultural

1994-12-12 | Patrimonio Cultural

Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa Patrimonio Cultural

Ubicadas en la costa desértica peruana a unos 400 km al sur de Lima, en el departamento de Ica, las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa se descubrieron en 1927 y constituyen el legado más importante de la sociedad Nasca, que se desarrolló hace 2,300 años (100 a.C. – 600 d.C.) durante el período Intermedio Temprano de la secuencia cultural andina.

El sitio arqueológico cubre un área de aproximadamente 75,358 hectáreas y fue hogar de los antiguos habitantes que dibujaron en el suelo árido una extraordinaria variedad de figuras geométricas, animales y divinidades, que sólo pueden apreciarse desde lo alto, transformando la extensa costa en un paisaje cultural simbólico, ritual y social que permanece intacto hasta hoy.

Las Líneas y Geoglifos de Nasca constituyen un producto artístico único de la cultura andina por su extensión, diversidad y dimensiones, sin parangón en el mundo prehistórico (Criterio i). A través de su uso del suelo, son un testimonio excepcional de la cultura, tradición y creencias de las sociedades precolombinas de Sudamérica entre los siglos VIII a.C. y VIII d.C. (Criterio iii).

El sistema de líneas y geoglifos, preservado intacto durante más de dos milenios, evidencia una forma inusual de utilizar la tierra y el entorno natural, representando un paisaje cultural altamente simbólico con una tecnología de construcción que permitió diseñar figuras a gran escala con precisión geométrica destacada (Criterio iv).

Existen dos categorías de glifos: el primer grupo representa formas naturales esquemáticas como animales, aves, insectos, flores, plantas, árboles y objetos de la vida cotidiana; el segundo grupo comprende líneas rectas que cruzan la pampa en todas direcciones, algunas de varios kilómetros de longitud, formando figuras geométricas como triángulos, espirales y líneas onduladas. Otro grupo son las llamadas ‘pistas’, diseñadas aparentemente para acomodar a gran número de personas.

Integridad. El sitio está protegido dentro de un área de 75,358 hectáreas, incluyendo su paisaje circundante, que ha permanecido casi inalterado gracias a las bajas tasas de precipitación y al mínimo impacto humano. Sin embargo, la Carretera Panamericana que cruza la propiedad ha causado daños en algunos sectores.

Autenticidad. La creación, diseño, morfología, tamaño y variedad de los geoglifos se mantienen sin cambios, preservando su carácter simbólico, sagrado y ritual original.

Protección y gestión. La protección está garantizada por la Constitución Nacional y la Ley General del Patrimonio Cultural, con el Ministerio de Cultura encargado de la supervisión. Se ha implementado un plan de gestión para salvaguardar el sitio.